Gracias a todos los que estuvisteis, por compartirlo con nosotros:
Hoy nos acercamos al desierto, desierto de los que no tienen, desierto de la pobreza, de la falta de alimento y de techo, de falta, a veces, de aliento.
Y encontramos flores, las flores con piel morena y pestañas largas, el abrazo abierto y generoso de una madre, que se conmueve en el silencio, una lección de disciplina, los niños obedecieron a la primera, cerraron los ojitos y comenzaron a rezar, y en el rostro de la madre se desborda la alegría, la alegría de recibir, no solo comida, la alegría derramada en calor, juegos y sonrisas.
Hoy nos han recibido flores, en nuestra visita al desierto. Abrazo sincero, preciosas miradas, niños morenos con alegría y gloria a Dios en las palabras de la madre,…me pregunto cual es el desierto en esta vida…., la falta de aliento, falta de alegría, de alabanza a Dios Creador,..pero no la comida…si no, no me explico , como hoy, nos recibieron estas flores, en medio del desierto.
Señor bendice sus alimentos con tu luz, haznos lapiceros en tu cuaderno de nuestra vida.
Había más flores, pero éstas eran distintas, tenían un aroma distinto, visitamos a otra familia. Poco a poco se empezaron a mostrar en su esencia, en su aroma…eran flores distintas, pero también flores, marchitas, secas, con mucha necesidad de luz…se quejan de que no pueden dormir en unas casa que el ayuntamiento les ha habilitado, “porque alguien” no les deja….les escuchamos, reflexionamos en sus palabras, cada uno participa cuando así lo siente…Javier juega como lo haría un abuelo con el bebe de apenas 1 añito,…el niño le ha sonreído, con un gesto leve, que apenas se percibe, pero le ha sonreído , os prometo que le ha sonreído, abre sus manitas y se entremezclan con los dedos de Javier,…termina con un eruptito…que lenguaje tan maravilloso..
Señor bendice sus alimentos con tu luz, haznos lapiceros en tu cuaderno de nuestra vida.
Nos despedimos, marchamos ya a meditación…
Gracias Señor por enviarme a ver donde esta el desierto.
Señor bendice sus alimentos con tu luz, haznos lapiceros en tu cuaderno de nuestra vida.
Había más flores, pero éstas eran distintas, tenían un aroma distinto, visitamos a otra familia. Poco a poco se empezaron a mostrar en su esencia, en su aroma…eran flores distintas, pero también flores, marchitas, secas, con mucha necesidad de luz…se quejan de que no pueden dormir en unas casa que el ayuntamiento les ha habilitado, “porque alguien” no les deja….les escuchamos, reflexionamos en sus palabras, cada uno participa cuando así lo siente…Javier juega como lo haría un abuelo con el bebe de apenas 1 añito,…el niño le ha sonreído, con un gesto leve, que apenas se percibe, pero le ha sonreído , os prometo que le ha sonreído, abre sus manitas y se entremezclan con los dedos de Javier,…termina con un eruptito…que lenguaje tan maravilloso..
Señor bendice sus alimentos con tu luz, haznos lapiceros en tu cuaderno de nuestra vida.
Nos despedimos, marchamos ya a meditación…
Gracias Señor por enviarme a ver donde esta el desierto.
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